lunes, 31 de enero de 2011

LOS INDEPENDIENTES Y LOS PARTIDOS: LOS DILEMAS DEMOCRÁTICOS




En el país no llega a acompasarse la participación de los independientes en la política. Las leyes de la República establecen que para participar en el proceso electoral aspirando a cargos de elección popular se requiere del patrocinio de un partido. Una persona por sí misma no puede presentarse a las elecciones y aspirar a ser presidente, parlamentario o regidor.

LOS PRESUPUESTOS QUE ESTÁN EN LA BASE DE LA REPRESENTACIÓN POR PARTIDOS
Se estima que en una sociedad masiva ha de contarse con un equipo de personas que le den corporeidad al esfuerzo. Se piensa que un esfuerzo individual no alcanza para garantizar una representación de un sector del pueblo significativo, negándose a admitir que el interés personal de ese ciudadano pueda bastar para pretender ejercer un cargo en donde se va a hablar o a actuar en nombre del país.

Se piensa también que en un partido las aspiraciones y los impulsos propios de quienes tienen vocación por lo público se forman, canalizan y desarrollan al punto de maduración para el instante en que deba de conducirse los destinos del colectivo o de participar con capacidad decisoria en sus debates.

EL RECLAMO POR LOS INDEPENDIENTES Y LAS DISFUNCIONALIDADES QUE GENERAN
Sin embargo, esto no se acompasa con las opiniones que la prensa arropa con relación al “inmenso” valor de los independientes” frente a una supuesta incomprensible actitud de sumisión de quienes conforman los partidos.

Se le exige a los partidos que busquen cuadros fueras de sus filas, pero no se les advierte a estos que la actividad política es una de conjunto, donde los esfuerzos individuales son bienvenidos, pero donde la voluntad de uno tiene que respetar el pluralismo que se da en la agrupación y soportar las diferentes opiniones que se intercambian en ella, sin pretender que, por su valía personal, o la que cree tener el invitado, resulte que es de menor valor la decisión adoptada por el colectivo.

Cuando alguien entra a la actividad política tiene que tener la suficiente humildad para saber que su punto de vista no necesariamente tiene que primar y ello no convierte a quienes la adversan en menos ni en delincuentes ni en apañadores de irregularidades éticas.

La participación en la vida política requiere de una gran dosis de paciencia en el mismo momento en que se adoptan las políticas que se van a seguir, así como el privilegio de la tolerancia como valor.

Eso se debe a que, mientras un notable en la actividad científica o en sus expresiones de pensamiento individual no requiere sino de su propia conformidad para lanzar una idea o desarrollar una acción, en el proceso de gobierno de un país se tienen que cotejar distintos pareceres en los que cada uno tiene su propia lógica y su propio proceso de desarrollo. En la política hay que convencer a la mayoría, en el laboratorio uno puede estar en contra de todos si es que tiene la convicción que lo suyo es verdad. Isaac Newton no requirió que concordaran con él para que la ley que descubrió sobre la gravedad, fuera cierta. No hubo de someterse a votación popular, sino sólo encontrara a través del estudio el antídoto, para acabar con la tuberculosis o para combatir la poliomelitis.

LA PRESUNCIÓN DE SU PROPIA SUPERIORIDAD DE PARTE DE LOS INDEPENDIENTES
Pero el independiente que entra a política tiene que saber que cambia de campo y que, en consecuencia, al ser parte de un colectivo, es preciso que concuerde con los demás, que convenza. La conducción del país requiere de la conformidad o la aquiescencia de los gobernados. Por ello es que se necesita acuerdos y estos no sólo no son malos, sino que son necesarios.
Hace pocos días escuché una entrevista de un candidato independiente que echaba sombras, recién designado para integrar la lista parlamentaria, sobre los demás integrantes de la misma. Otra vez la presunción de “si no están de acuerdo en todo conmigo, si toda esa colectividad no se acomoda a lo que yo pienso, entonces me voy con cajas destempladas”. Naturalmente que con este proceder no se construye país. La política exige equipos y los equipos, aunque pueden tener estrellas, no pueden darse el lujo de ningunear a sus integrantes por pocas luces que les parezca a los auto-ungidos que aquéllos tengan.

Messi es un crack, pero igual necesita de Xavi, de Iniesta o de Víctor Valdés para que su equipo gane el campeonato. De la misma manera, quienes se estiman superlativamente en la sociedad peruana y quieren entrar a política, deben de comprar una pequeña dosis de humildad, la que le servirá para entender mejor la actividad en la que incursionan y va a permitir al Perú tener una mayor estabilidad en sus instituciones.

Ya que tantas luces tienen, que sepan bien las reglas de la actividad a la que ingresen y no pretendan que el mundo y los partidos en los que se avienen a candidatear, cual viejos ptolomeos, gira en torno a ellos.

LA RESPONSABILIDAD DE LOS PARTIDOS CUANDO “SUMAN” INDEPENDIENTES
Por otro lado, los partidos deben de recibirlos sin recelo. Si los llaman es porque han de saber bien de sus calidades. No sólo se les puede convocar para que pinten una lista y luego, una vez en la lid, dar paso a que sus cuadros los “maleteen”.

Claro está que lo que ha sucedido en muchos casos es que las organizaciones políticas se equivocan respecto a la representatividad o a los votos que puede “jalar” para la lista tal o cual personaje, la jugadora de voleybol, el cantante famoso, el presentador de televisión carismático, el prestidigitador asombroso, la modelo despampanante, etc. Pocos son los casos en los que se convoca a personajes de importantes conocimientos institucionales. En todo caso, tampoco muchos de esos llamados han brillado por sus actitudes cívicas. Por ejemplo, miraron hacia otro lado cuando la dictadura asoló al Perú o manifestaron en decenas de oportunidades que la política no les interesaba nada.

Sin embargo, cualquiera sea la razón por la que se integran, han de entender que la política es un esfuerzo colectivo y que la disciplina y el trabajo en equipo es esencial para la consecución de las metas. Que eso no se logra con una agregación de individualidades sin ensamblaje.

Los partidos y la ciudadanía deben de tener bien en claro estos conceptos. Bienvenidos los que deciden entrar al proceso político, pero que lo hagan sin atropellar y sin desprecio por quienes sí invirtieron su vida en el servicio a la comunidad.

Alberto Borea Odria

Fotos:Internet
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miércoles, 26 de enero de 2011

¿VALE TODO EN LA DEMOCRACIA? : EL CASO DE LOS INSULTADORES




Nuestro país está tratando de recuperar la democracia que le fue arrebatada por Fujimori y sus secuaces. Ellos, para perpetuarse en el poder y robar todo lo que pudieron (y pudieron mucho) además de todas las agresiones que directamente enderezaron a sus adversarios políticos, les endilgaron una campaña de desprestigio y una colección de “psicosociales” destinados directamente a confundir a la población y a distorsionar la verdad.

Eso parece que se anuncia en el panorama electoral peruano. Como arma desesperada frente a un proceso de desmoronamiento en la intención de voto, debido posiblemente a su falta de propuestas, un candidato contrata a una persona especializada en enrarecer el ambiente de debate y en generarse incluso él mismo ataques de los que luego pretende culparse a sus adversarios.

LUIS CASTAÑEDA NO NECESITARÍA INSULTAR NI CONTRATAR A SICARIOS DE LA HONRA
Quiero decir con toda claridad que creo que Luis Castañeda es un buen candidato y una persona a quien se le han cargado las tintas de manera indebida con acusaciones que deben de ventilarse en los estratos judiciales sin que por ello se pueda “prima facie” concluir en su culpabilidad.
No obstante, no ayuda al Perú cuando trae en auxilio de su campaña a quien se presenta como experto en campañas de demolición de imágenes ajenas, vale decir, no en la presentación de puntos programáticos que le corresponde presentar a los aspirantes a la Presidencia, más allá de las obras que hicieron en el pasado y que por cierto y con justo motivo adornan su trayectoria, sino en centrase en argumentos “ad hominem”.
Luis Castañeda hace bien en presentar sus obras en Lima en respaldo de lo que puede hacer. El problema para él es que más allá de esas obras no ha avanzado ningún pensamiento. ¿Lo hemos escuchado decir algo sobre la educación o sobre las relaciones exteriores? ¿Ha tenido que luchar para mantener la economía estable? ¿Cómo piensa hacer para que ello no pase? Esas carencias en el mensaje, esos silencios en temas esenciales para la conducción de la vida de la nación son los que el Perú civilizado quiere que llene con propuestas.
Un candidato responsable no puede ni dedicarse a insultar ni encargar a alguien que insulte por él. Tampoco puede inventarse ataques de sus adversarios para luego presentarse como víctima y pretender que se le cubra con un efecto teflón, donde todo le resbale.

NO REPITAMOS EN LA DEMOCRACIA LAS LACRAS DE LA DICTADURA
La recuperación de la democracia en el país requiere de la mayor paz posible, requiere de una actitud constructiva de quienes participan en ella. No es encrispando las pasiones bajas ni atacando al adversario como vamos a consolidar el sistema que añoramos en la década de la dictadura que, por lo demás, es similar a la de Chávez en muchísimos aspectos. Quien viene a cumplir esa función es como un sicario que viene a matar una persona. En este caso, se viene a herir de muerte a la democracia peruana.

Muy poco a poco es que estamos saliendo de las lacras que nos dejó la autocracia. Flaco favor le hacen entonces a la democracia quienes quieren volver a instalar la violencia verbal y psicológica que es el punto de partida para la desestabilización de una sociedad. Luis Castañeda debería de tomar en cuenta que por encima de su legítima pretensión de dirigir la nación, está el Perú mismo y sus gentes.

EN LA DEMOCRACIA, EL FIN NO JUSTIFICA LOS MEDIOS
En la democracia no cabe el adagio que el fin justifica los medios. Como señalara el gran maestro italiano Norberto Bobbio, es precisamente lo contrario. En la democracia, donde ha de respetarse al ser humano porque es la meta misma de la sociedad y del Estado, el fin de alcanzar la presidencia no puede justificar ni aceptar que los medios (la campaña publicitaria o de comunicación) arrasen con la dignidad de la persona. Ni menos que confundan a la gente.

Alejandro Toledo y otros candidatos, como Manuel Rodríguez, no han destinado su tiempo a insultar, sino a presentar propuestas. No se ha importado exóticos productos especializados en agraviar o en distorsionar la verdad como si se tratar de bombas atómicas que poseen de manera irresponsable. Se ha tachonado el espacio con propuestas edificantes: la revolución en la educación, la estabilidad en los precios.

Quienes insultan lo hacen, entre otras cosas porque este no es su país, porque luego de cobrar sus honorarios se irán y no les importará lo que dejen acá, si después de ellos llega el diluvio no importa si con ello se levantaron la suma que estiman como recompensa por sus servicios.
EL PERÚ VALE, PARA LOS PERUANOS, MUCHO MÁS QUE LA PRESIDENCIA
A diferencia de lo que dijo Enrique IV cuando fingió conversión al catolicismo para hacerse del reino de Francia (París bien vale una misa) creo que Luis Castañeda debería de pensar que el Perú vale más que su aspiración a convertirse en Presidente a cualquier precio. En realidad no hay precio ni numerario ni de gloria personal reconfortante, en que pueda venderse el futuro del Perú.

Invoco dentro de la mayor cordialidad al ex Alcalde de Lima para que no transite por esos rumbos. Perder una elección puede ser doloroso pero no tiene por qué convertirse en una tragedia. Podrá tener una nueva oportunidad en cinco años y, aunque no la tuviera, mejor es que lo recordemos como un rival noble a la que el Perú estará agradecido, que como una persona que perdió y que en su desesperación por no caer vencido, recurrió a armas que dañaron a la República.

Alberto Borea Odria


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martes, 18 de enero de 2011

EL FOMENTO DE LOS FALSOS VALORES: EL CASO DE MERCEDES ARAOZ


Mercedes Araoz no es minusválida. Es una persona capaz que ha desarrollado en el campo para el cual ha estudiado un servicio importante a la nación. Formó parte del equipo que lideraron Alfredo Ferrero y otros profesionales para la firma del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y fue luego reclutada por el Presidente García para que asumiera una cartera ministerial. No estamos, pues, hablando de una persona que no sabe lo que hace o que rezuma inocencia por todos sus poros. Es una ciudadana con varios kilómetros recorridos.

NO ES CREÍBLE LA VERSIÓN DE MERCEDES ARAOZ
Resulta inverosímil por ello que haya planteado exigencias cuando aceptó la candidatura presidencial, que habrían sido escuchadas luego y sin chistar, por la propia bestia negra que se creó para propiciar una salida que ahora quiere honrosa y que, encima, se le queme incienso y se le ponga en un altar.

Mercedes Araoz sabía de los sofocos de Jorge Del Castillo desde el primer momento. Ha sido miembro del gabinete que él presidió por dos años. Como todos los peruanos debe de haber estado al tanto de las noticias del caso, de las acusaciones, contradicciones, explicaciones y demás. Nunca dijo nada en ese debate ni tampoco cuestionó al ex primer ministro por su proceder.
EL PROPIO JORGE DEL CASTILLO PARTICIPÓ DE LA PROPUESTA PARA QUE ASUMIERA LA CANDIDATURA
Uno de quienes la propuso públicamente para asumir la candidatura presidencial fue precisamente Del Castillo. ¿No sabía en ese entonces que su pretexto de hoy estaba bajo un proceso de investigación? Mucho más creíble es, en este punto, la versión del “Tío George”. También sabía que no estaba condenado y supongo que conoce del principio de presunción de inocencia. Estos argumentos le bastaron entonces, cuando el Presidente de la República la había ilusionado sobre lo mucho que podrían avanzar en la carrera electoral (cosa que por lo demás ella misma ha relatado) y todo era color de rosa: su imagen más la fortaleza del partido serían suficientes para la meteórica metamorfosis de técnica a lideresa política.
Si los apristas lo hicieron para tratar de encontrar una locomotora para jalar sus vagones congresales, no debió escapar a su criterio. A esas alturas y después de todo el kilometraje que le da una vida donde ha sido por más de 4 años y ministra del Presidente García, ella tenía que saber a qué se metía.

LA ILUSIÓN ROTA Y LA INVENCIÓN DEL PRETEXTO
Lo que sucedió después fue que ese cambio no se dio. Ese panorama promisorio no se materializó. Que no hizo “click” con la población y por lo mismo su candidatura podía apuntar, en el mejor de los casos, a pasar la valla electoral, es evidente. En eso ya no había encanto, pero nada obstaba para reconocerlo francamente y señalar que no había tenido éxito. No había que endilgarle el fracaso a alguien. En la vida política se pierde y se gana. Eso no es desdoroso. Pero, tal vez por su falta de participación en estas lides pensó que su imagen se mellaría severamente con la derrota y no quiso afrontarla, decidiendo hacer control de daños personales.

A diferencia de lo que sucede con quienes se involucran en los proyectos de sus partidos más allá de los resultados, aquí no cabía para ella, otra cosa que una victoria, computada, claro está, no en ganar las elecciones, sino en obtener un respaldo popular que no se contradijese con lo que el Apra dice que es. Esa valla parecía cada vez más esquiva.
Entonces el término “condena” pasó a ser el de “acusación”. En el primero Jorge del Castillo no se veía retratado. En el segundo, obviamente estaba incurso. Es claro entonces que no pudo haber una oferta del secretario general de ese partido en los términos que ella lo cuenta ahora.

Cuando estuvo con la cuenta en contra, lo que eran sonrisas y mieles (todos hemos visto las imágenes en la televisión cuando le levantaba el brazo en el anuncio de su candidatura) se tornó en acritud y exigencia. La lógica más elemental señala que ese fue el itinerario del conflicto.

LA EQUIVOCACIÓN DE ELEVARLA AL RANGO DE SANTA POLÍTICA
Pero hay cierta prensa que en el Perú propicia rápidamente, a veces por cálculos electorales puros y a veces sólo por mostrar un becerro para adorar, la aparición de falsos valores que no se sustentan en la solidez de una trayectoria sino que pretenden que resultan de un relámpago que aparece en la noche negra.

¿Supimos antes de los afanes de la Dra. Araoz en su lucha por la recuperación democrática entre 1992 y el año 2000? La verdad que no. ¿Zanjó abiertamente con los actos que hoy critica de quienes fueron sus compañeros por todos estos años? Tampoco sabemos de ello.

Es verdad que en los gestos se muestra muchas veces la nobleza, pero esos gestos vienen precedidos de una trayectoria larga donde se han demostrado con tenacidad valores. Bolognesi sabía que iba a la muerte y que se enfrentaba a un enemigo superior mucho antes de la respuesta. Grau conocía cual iba a ser probablemente su destino y lo enfrentó antes que se hundiera el Huáscar. Ni qué decir de Cáceres, quien contribuyó como pocos en la historia a la autoestima de nuestra nación.
Su retiro obedece, a mi criterio a cálculo y a pretexto. No veo como se la pudo engañar y no entiendo como no pudo darse cuenta de todos los problemas que luego aparecieron. No estamos pues ante alguien que con tenacidad y desde el comienzo puso los puntos sobre las íes en una batalla principista, sino ante quien salta del barco cuando comienza a hundirse. No se trata de Alfonso de los Heros renunciando al premierato luego del golpe de Fujimori. Esto es algo muy distinto y no da para nada para entonar odas públicas por dejar el encargo.
Obviamente, Mercedes Araoz no nos puede convencer de que ella es la Caperucita Roja.

Alberto Borea Odria
Fotos: Internet
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viernes, 14 de enero de 2011

LAS ALIANZAS ELECTORALES Y LAS SACADAS DE VUELTA A LA LEY



Alberto Borea Odria

El distinguido profesor Gastón Soto Vallenas, propuso hace pocos días que se elevara la valla electoral a 7 % para evitar las alianzas electorales que se conforman no por coincidencia ideológica o programática, sino con el poco confesable propósito de mantener viva la inscripción. Muchos partidos se crearon en determinadas coyunturas y son rezagos de situaciones anteriores, por ejemplo, toda la fila de organizaciones que desde el poder procreó la dictadura: Cambio 90, Sí Cumple, Vamos Vecino, etc. o la propia UPP.


En realidad, la valla electoral es una medida adecuada. Evita la dispersión electoral y procura que en el país se puedan construir partidos que tengan un arraigo que les permita siempre estar en el lado de la seriedad. Cuando los partidos no tienen expectativa real de llegar al poder y de confrontarse con la tarea de gobernar y, por lo mismo, de dar cuenta de sus actos a la población, entonces proponen la mar de cosas disparatadas y con ello generan falsas expectativas o colocan en el imaginario público tópicos que son imposibles de realizar.

Por cierto que ello debe ser complementado con un desarrollo político adecuado con el fin de lograr que los partidos se involucren en la necesidad de formar cuadros que puedan participar con seriedad en el debate y ejecución de las políticas de gobierno, sean estas de nivel nacional, regional o municipal.


Sin embargo somos testigos de las alianzas más estrambóticas cuando se incorpora en alianzas que son arrastradas por partidos que tienen cierto arraigo, a grupos que aspiran, sobre todo, a mantener su inscripción a la espera de que les aparezca un líder que los saque del pantano en el siguiente quinquenio, sin que se sepa en realidad lo que aportan en votos en el proceso electoral.

UNA PROPUESTA PARA QUE LA VALLA ELECTORAL SIRVA DE VERDAD Y LIMPIE EL PANORAMA
Esto puede superarse fácilmente, instando a los partidos que arrastran a hacer un cálculo que ayude también al Perú. Si se exigiera 5% por cada uno de los integrantes de la alianza para que los partidos que la conforman puedan seguir viviendo después de las elecciones, tendríamos que los cuatro partidos que se han unido dentro de lo que llaman la Alianza por el gran Cambio, podrían desparecer. En ese caso, los más estructurados de ellos habrían pensado bien si valía la pena llevar el lastre de los demás. ¿Habría cargado el PPC con el Partido Humanista, o con el de Acuña? Lo mismo puede decirse de la alianza de Solidaridad Nacional. Si tuviera que llegar al 25%, que es lo que correspondería si se sumara 5% por cada uno de los 5 integrantes de la alianza, ¿se habría sumado a Cambio Noventa, o a la UPP?

Probablemente no. Esos partidos seguirán viviendo con respirador artificial en tanto que continúe con vigencia una norma que no alcanza el objetivo para el que fue creada.
De esta forma tendríamos que Perú Posible debería obtener, para mantener su inscripción, así como la Acción Popular y la de Somos Perú, el 15%. Solidaridad Nacional, el 25%, porque tiene muchos socios, la acuarela del PH, PPC, AP y Restauración Nacional, el 20%. Así sucesivamente. Caso contrario todos los integrantes de la alianza perderían su inscripción.

La otra posibilidad es que en el acuerdo del alianza se podría fijar que el primer 5% beneficia a un partido, si sacan más de 10% queda inscrito el segundo y si obtienen más de 15% un tercero y así sucesivamente.

De esta forma se evitaría que se le saque la vuelta a la ley y el Perú podría beneficiarse con la consolidación de bloques partidarios.

Esperamos que esa sea una modificación que aborde el próximo Congreso en el camino hacia la institucionalización del Perú.

Ilustraciones: Obtenidas de internet
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sábado, 8 de enero de 2011

LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS, SUS RECTORES, SUS ASPIRACIONES POLÍTICAS Y EL PRINCIPIO DE IGUALDAD





Alberto Borea Odria

De un tiempo a esta parte, resulta que muchos rectores de universidades privadas descubren su vocación por lo público e inician carreras políticas premunidos de una gruesa billetera que les permite montar organizaciones y tener una fuerte presencia en medios. Este exceso de liquidez proviene, qué duda cabe, de la multiplicación de los recursos que facilita un sector al que se que se han concedido beneficios tributarios para destinarlos a esa actividad.

Casi no hay dueño de universidad que no haya comenzado o reforzado, si acaso ya la había iniciado antes, su aventura por el mundo de la política. Los excedentes que parecen ser cuantiosos son invertidos en esta otra actividad. Lo que se deja de pagar en tributos se gasta en la promoción de la figura pública de sus autoridades. De esta manera, todos los peruanos terminamos pagando los afanes de quienes dan ese salto.

Los nombres de José Luna Gálvez, César Acuña Peralta, Fidel Ramírez, Raúl Diez Canseco, Rosa Núñez (candidata a vicepresidenta de la lista de Solidaridad Nacional) y muchos otros más en distintas partes del país atestiguan de la corrección de este aserto. Creo que es bueno que quién tiene vocación por lo público participe en la política, lo que no es tan deseable es que lo haga con las ayudas que provienen del resto de ciudadanos en forma de impuestos exonerados.

HAY QUE REVISAR LOS BENEFICIOS TRIBUTARIOS DE LA INVERSIÓN EN LA EDUCACIÓN
Las leyes deberían modificarse para que, sin disminuir el estímulo a reinvertir en el sector educación y, si acaso, permitiendo un beneficio especial pero moderado con relación a los excedentes, no se genere un traspaso de esos dineros a otras actividades donde quien tiene otro tipo de negocio, ocupación u oficio, sí tiene que pagar completa la tasa fijada. Los industriales pesqueros o los comerciantes de abarrotes tienen que contribuir al sostenimiento de las escuelas públicas o a la construcción de caminos.

Las normas de promoción en este sector han tenido su lógica en un momento en que había que salir de la concepción de una educación que no podía combinarse con el término lucro, al que se consideraba obsceno, y donde se pretendía que esta actividad se encargase sólo a apóstoles comprometidos con el ideal.


HAY QU
E TENER CUIDADO CON EL CULTO A LA PERSONALIDAD AUSPICIADO CON LOS IMPUESTOS QUE SE DEJAN DE PAGAR
Hoy, sin embargo se ha pasado de esa pretensión que pudo ser paralizante, al otro extremo, a aquél en el cual la educación se confunde, entre otras cosas, con el fomento del culto a la persona que resulta rector o promotor de esa casa de estudios. Hace pocos días tuve la oportunidad de concurrir a un acto de una de esas universidades y, además de tener que escuchar de cada uno de los oradores que pertenecían a esa institución, loas a ese personaje, me tocó oír en el propio himno de esa misma universidad, repetido el nombre de esta persona como si se tratara del “salve salve”.

Si quieren halagar su ego de esta forma, no tengo nada que objetar, pero que lo hagan con dinero que dejan de pagar al Estado y donde, en consecuencia, la carga para la satisfacción de las obras públicas tiene que repartirse entre menos, ya resulta enervante.

Si quieren hacer partidos, adelante, bienvenidos, pero que los mismos resulten financiados con los excedentes de esa actividad que ya es más económica que apostólica, no me parece correcto.

HAY QUE FISCALIZAR LA UTILIZACIÓN DE LOS FONDOS EXONERADOS
Por ello sería conveniente que se revisase tanto el contexto de las exoneraciones tributarias como la fiscalización de los montos que aparecen destinados a las tareas educativas pero que en realidad son utilizados a favor de sus propias campañas partidarias. ¿Son los sueldos que se pagan verdaderamente para profesores o investigadores, o se solventa con ello las planillas de los activistas encargados de recoger firmas o convocar adhesiones, o de organizar o arengar comités? ¿Son los alquileres que se pagan o las propiedades que se compran como si fueran para la universidad para que funcionen allí instalaciones que tienen que ver con el proceso de enseñanza, o se utilizan como locales partidarios? ¿Son los pasajes que se deducen como gasto comprados con el propósito de trasladar a maestros que ilustran a la población universitaria, o se utilizan para giras proselitistas? También sería interesante si el Jurado Nacional de Elecciones se puede dar una vuelta por este fundo.

En todo caso, esta debe ser una tarea del próximo parlamento. Allí veremos, entre otras cosas, cuántos de los medios de comunicación que reciben frecuente publicidad de estos negocios, van a matricularse en este objetivo y van a investigar sobre estos privilegios. De repente nos volvemos a dar cuenta, como en el caso de otras actividades, que los intereses se entremezclan y provocan silencios que resultan más ominosos en aquellos que siempre quieren ver la paja en el ojo ajeno.

En suma, sí creo que debe de haber un beneficio para quienes ayudan al Estado en el propósito de proveer educación a los peruanos, pero no siendo ya que se trata de un albur en el que no se conoce el destino de una inversión, debe rebajarse a un quinto de lo que hoy es ese beneficio, debe haber también una exoneración para todo aquello que sea reinvertido en el propósito educativo, pero debe haber también un mejor control para que so capa de una actividad importante en lo social, no se derive esos recursos exonerados hacia una actividad en la que deben de estar esos promotores en pie de igualdad con las demás personas que trabajan en otros sectores y que contribuyen con su esfuerzo al desarrollo del Perú.

Fotos tomadas de internet
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Perú Posible a través de Alberto Borea denunció al gobierno aprista ante el JNE por interferir en el proceso electoral. VEA EL VIDEO


Alberto Borea, Abogado de PP, detalló que la denuncia exige que se deje de emitir publicidad estatal que beneficiaría a la candidata oficialista Mercedes Aráoz.



La agrupación política Perú Posible, que lidera el ex mandatario y ahora candidato presidencial Alejandro Toledo, denunció esta tarde ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), una “interferencia” del gobierno aprista en el proceso electoral de cara a las presidenciales del 10 de abril. Así lo dio a conocer el abogado de PP, Alberto Borea.

Borea detalló ante la prensa que la denuncia exige que el gobierno deje de emitir publicidad estatal de obras como Agua para Todos o de electrificación rural porque “esto, sin duda, es una ventaja que saca la candidata de gobierno (Mercedes Aráoz) ante el resto de competidores”.

El Comercio.pe
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