sábado, 5 de marzo de 2011

KUCSZYNSKY: LA PICHICATA Y LAS DISTORSIONES DE LA PRENSA

El gran poder de la prensa en los procesos electorales no siempre es determinante para decidir al ganador de las elecciones, pero sí lo es para colocar en posición de carrera a los candidatos.

Es verdad que hay algunos que nunca se presentaron para la actividad pública y que hacen gala de ello en cada una de las pocas oportunidades que tienen de salir a exponer sus ideas, como se vio con claridad en el evento (que no debate) que se promovió por el diario “El Comercio”. El manto de silencio que se cierne sobre ellos puede estar más vinculado a que no tienen nada que mostrar detrás y a que no tienen nada que decir para adelante.

Pero hay otros, con algunas cualidades importantes aunque con poco arraigo electoral, a los cuales la prensa los convierte en enemigos o favoritos y los levanta al punto de brindarles una popularidad artificial que aspiran a que luego se convierta en real como consecuencia de tanta repetición, o los ignora al punto de hacer inviable la relación entre ellos y el electorado.

De esta forma, la prensa presenta o no presenta a los candidatos o a sus ideas y puede romper o adulterar el circuito de comunicación entre el electorado y los postulantes.

En estas elecciones que se avecinan lo hemos visto con claridad en las portadas de los diarios, utilizadas con fruición desde la época de la satrapía fujimorista para crear ídolos con pies de barro o para convertir a señores en villanos, según el deseo o interés de quienes usurpaban el poder y alquilaban a sus escribas o tituleros. Hoy no es necesario comprar y algunos de quienes presentan las noticias las presentan evidentemente distorsionadas para presentar la imagen que luego quieren ver rebotada por la realidad que quieren crear, y, hay que decir, a veces logran configurar. Ya saben del poder que tienen y como el pudor por la verdad se perdió en esa década infame, muchos de quienes hoy son sus actores, que fueron también miembros de distinta jerarquía en el entramado social, mediático y supuestamente tecnocrático que armó la cleptocracia, repiten la lección aunque esta vez lo hagan por convicción y no por dinero.


A mí me rebela ver como se infla a Kucszynski. Sin duda una persona capaz en los aspectos técnicos que domina y sin duda una persona que merece aprecio, pero la sobreexposición que le ha dado cierta prensa, realmente contrasta con el silencio con que se trató en elecciones recientes a personajes que tenían, cuando menos importantes méritos democráticos y sociales a quienes, no obstante, ni se le abrió los micros de las radios, ni se le concedieron espacios en la televisión, ni se le colgaron todo tipo de titulares en los periódicos que les hiciera algo de justicia. Javier Diez Canseco o Susana Villarán en las elecciones del 2006, o a un abogado joven y correcto como Natale Amprimo, o el propio Valentín Paniagua a quien los medios se encargaron de ir apagando su voz como un preludio de su fallecimiento físico, son un ejemplo de ello.

Esta mañana he visto uno más de los muchísimos titulares en que pretenden impulsar a PPK a partir de otra falacia, en la esperanza que se repita la idea de un “outsider”, que sería nada menos que quien desde la lógica no puede reclamar ese título habiendo sido una persona que ha estado en la administración pública desde el segundo gobierno de Fernando Belaunde (o sea, hace 30 años). Vale decir, todo lo contrario a lo que fue Belmont en 1989 o el propio Fujimori en su intento democrático de 1990 u Ollanta Humala, también auspiciado por la prensa en el año 2006.

Hay un sector que tiene recursos económicos e influencia directa sobre los medios que quisiera ver el triunfo de PPK. Eso es lícito. Lo que no es correcto es que se pretenda, desde el diario de un grupo que reclama seriedad para el país, espetar falacias como si estas tuvieran sustento en la realidad.

Publican una encuesta donde el mencionado aparece con 7% luego de todo el inmenso espectáculo mediático que no se les ha concedido a figuras como Manuel Rodríguez o al propio Rafael Belaunde (quien dejó dos o tres ideas novedosas en el curso del evento de El Comercio, como la del e-book). Claro, ni Belaunde, ni Rodríguez tienen el empaque económico con que cuenta el aludido candidato de este sector.

En esa encuesta se pregunta a los encuestados si creen que va a haber un “outsider” en estas elecciones. Sólo el 37 % señala que cree que va a aparecer ese “outsider”, o sea, de 100 electores 63 CREEN QUE NO VA A PRESENTARSE ESTA FIGURA. Luego hacen otra pregunta a ese poco más del tercio que respondió de la forma como el intérprete de la encuesta quiere presentarla. Inquieren que, a juicio del entrevistado, quien sería ese “caballo atropellador”. Es allí donde el 49% del 37% le responde que sería el candidato preferido de ese sector o de ese director de diario. Vale decir, SÓLO EL 18.13% de los encuestados piensa que PPK sería esa figura que tanto les interesa promover. Entonces, 82 DE CADA 100 NO CREEN QUE KUCZYNSKI SEA OUTSIDER NI QUE PUEDA CRECER IMPORTANTEMENTE.

No obstante todo esto, no obstante que sólo se trata de un 18.13% que cree que podría venir un “outsider”, pero que no votaría por él, puesto que sólo tiene 7% de la intención de voto, la carátula de ese diario aparecer con este titular: “49% considera que Kuczynski sería el “outsider”. ¿Es eso verdad? ¿Puede considerarse esa información como seria? ¿No merece por el contrario un llamado de atención de la sociedad tamaña distorsión?

Todo esto, además, luego de una insistencia mediática de más de tres meses donde se ha repetido el nombre de quien es su deseo y su aparente preferido.

Las encuestadoras se han preocupado, por lo que parece, en hacer un trabajo esmerado para evitar las críticas que les ha llovido de muchos sectores. Pero los que ahora parecen esmerarse en distorsionarlas cuando las presentan en primera plana a la comunidad son precisamente quienes las encargan hacer.

Con todo respeto, pero creo que así no se contribuye a la seriedad que se reclama y se distorsiona el papel de informar. Si ese diario quiere decir algo bien haría en señalar: “Este director quiere que Kucszynski avance en las encuestas”, pero no lo puede presentar con las características con que lo hace. Eso es lo mismo que se hizo en la época de la dictadura, donde varios de quienes están en los puestos de conducción o de influencia del periodismo nacional están, porque permanecen o porque, cambiando de rumbo, se han incorporado a laborar en los medios de comunicación.

¡Ojalá que no siga así la distorsión! Menos cuando se hace desde una tribuna que reclama seriedad y quiere fiscalizar la vida de todo el mundo pretendiendo erigirse en patrones de la moralidad en el país. La prensa también tiene una responsabilidad a cuya altura no estuvo en elecciones anteriores. Esperamos los peruanos que esta vez cumplan con ese deber cívico.


Alberto Borea Odria


Imagenes:internet

1 comentario:

  1. Este señor PPK, es un tipo déspota con sus propios seguidores y nunca va a representar a los peruanos. Votaré por Dr. Alejandro Toledo

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